Energías no renovables (II). Combustibles fósiles

Los combustibles fósiles (carbón, petróleo y gas natural) son sustancias originadas por la acumulación, hace millones de años, de grandes cantidades de restos de seres vivos en el fondo de lagos y otras cuencas sedimentarias, son, por tanto, recursos limitados, forman parte de las llamadas energías no renovables (junto con el grupor relacionado con la energía nuclerar) y representan el 75 % de este tipo de energías.
La energía que proviene de la quema de combustibles fósiles se convierte en electricidad en las centrales térmicas. Cuando se queman este tipo de combustibles, el carbón y el hidrogeno reaccionan con el oxigeno produciendo dióxido de carbono (CO2) y agua (H2O). Durante esta reacción se produce calor. La electricidad se genera mediante la transformación de la energía térmica (calor) en energía mecánica (chorro de vapor de agua) y de ésta en energía eléctrica por medio de una turbina o generador. Las plantas eléctricas son muy caras de construir y por lo tanto la inversión inicial es muy grande, pero una vez construidas, la eficiencia de la transformación de los combustibles en energía eléctrica es alta.
Diferenciamos tres tipos de combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas natural.
El carbón es una sustancia ligera, de color negro, que procede de la fosilización de restos orgánicos vegetales y que fue la fuente energética asociada con la revolución industrial y que, ya en el siglo XX, sería sustituida en su liderazgo por el uso del petróleo. El carbón tiene un alto factor de emisión de CO2 , lo que, junto con otras partículas que se originan en su combustión, es una de las principales causas de la denominada lluvía ácida. Todavía es utilizada en determinados tipos de industrias, como fuente de alimentación de calefacciones domésticas y como combustible de algunas centrales térmicas, aunque es la fuente no renovable menos utilizada en España y en la UE, con una clara tendencia a su sustitución por otras alternativas más prácticas y menos contaminantes. Existen cuatro tipos principales de carbón que, con contenidos en carbono decrecientes, son los siguientes: antracita, hulla, lignito y turba.
En esta magnifica infografía proporcionada por Consumer Eroski se nos informa de qué es el carbón, sus tipos, los métodos de extración, el funcionamiento de las centrales térmicas que funcionan con carbón, el uso que se le da a este tipo de combustible...., en fin, completísima:

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El petróleo es el producto de la descomposición de los restos de organismos vivos microscópicos que vivieron hace millones de años en mares, lagos y desembocaduras de ríos.
Se trata de una sustancia líquida, menos densa que el agua, de color oscuro, aspecto aceitoso y olor fuerte, formada por una mezcla de hidrocarburos (compuestos químicos que sólo contienen en sus moléculas carbono e hidrógeno). Tiene muchísimas aplicaciones, entre ellas: gasolinas, gasóleo, abonos, plásticos, explosivos, medicamentos, colorantes, fibras sintéticas, etc. y también se emplea en las centrales térmicas como combustible, en el transporte y en usos domésticos. Se trata de la fuente energética por excelencia del siglo XX, y la principal fuente de energía en nuestros días. El agotamiento de sus reservas se encuentra cercano y la variación en sus precios y el acaparamiento por parte de los países productores del mismo genera tensiones a nivel mundial que están afectando notablemente a la economía del planeta. Son destacables también sus aspectos contaminantes que relacionan el uso de esta fuente energética con el cambio climático y la contaminación del planeta.
Ahora Consumer Eroski nos informa con esta infografía de la composición el petróleo, la formación de los mantos petrolíferos, su extracción, transporte y destilación. Otra joyita:

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El gas natural tiene un origen similar al del petróleo y suele estar formando una capa o bolsa sobre los yacimientos de petróleo. Está compuesto, fundamentalmente, por metano (CH4). Se trata de un buen sustituto del carbón como combustible, debido a su facilidad de transporte, su elevado poder calorífico y a que es menos contaminante que los otros combustibles fósiles. Los problemas en su utilización, relacionados con su transporte y almacenamiento desestimaron su aprovechamiento hasta que la necesidad de encontrar alternativas al petróleo y al carbón obligaron al desarrollo de redes de gas natural (gaseoductos) que, distribuidas por todo el mundo, posibilitaran su utilización. Está considerado como el combustible fósil más limpio, con la menor cantidad de emisiones de CO2 y producción nula de partículas sólidas. Su rendimiento energético es elevado, esto es, permite desarrollar una buena cantidad de energía con poco combustible, por lo que su consumo va en aumento (es la segunda en consumo, tras el petróleo) hasta el punto de que se la considera como la fuente de energía no renovable más sostenible dentro de las alternativas existentes y como una fuente de energía de transición hasta la total implantación de las energías renovables.
Ahora la infografía nos ofrece datos sobre la composición, extracción, transporte, usos e impacto ambiental del gas natural. ¿He dicho que me gustan las infografías del Eroski? ¿Sí? Pues eso.

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