El Puente de Tacoma Narrows es un puente colgante de 1600 metros de longitud (el tercero más grande del mundo en la época en que fue construido). El puente se hizo famoso por su dramático derrumbe inducido por el viento que tuvo lugar el 7 de noviembre de 1940 y que fue registrado en un vídeo.
La espectacular destrucción del puente es a menudo utilizada como elemento de reflexión y aprendizaje en cuanto a la necesidad de considerar los efectos de aerodinámica y resonancia en la concepción de estructuras e ingeniería civil, ya que se considera que el oigen de la misma fue el fenómeno aerodinámico del flameo (flutter en inglés).
El puente estaba sólidamente construido con vigas de acero al carbono ancladas en grandes bloques de hormigón. Al poco tiempo de haber concluido la construcción a finales de junio (fue abierto al tráfico el 1 de julio de 1940), se descubrió que el puente se deformaba y ondulaba en forma peligrosa aún en condiciones de viento relativamente benignas para la zona. Esta resonancia era de tipo vertical, por lo que el puente se deformaba en dirección vertical, con la calzada elevándose y descendiendo alternativamente en ciertas zonas. La mitad de la luz principal se elevaba mientras que la otra porción descendía y los conductores veían a los vehículos que se aproximaban desde la otra dirección aparecer y desaparecer con las oscilaciones como en un juego del escondite, lo que le valió al puente el sobrenombre de "Galloping Gertie". Sin embargo, unos vientos de apenas 65 km/h provocaron el hundimiento del puente, y convirtieron el puente de Tacoma Narrows, a su pesar, en uno de los proyectos de ingeniería civil más conocidos y estudiados del siglo XX.
Los primeros estudios del desastre culparon a la resonancia del viento de la destrucción del puente. Hoy en día parece más que probado que la resonancia, cuando menos, no actuó sola sino acompañada de errores de diseño (por ejemplo, la utilización de vigas de plato plano para reducir el peso y que acabaron constituyendo una estructura horizontal cerrada que oponía gran resistencia al viento y originaba corrientes y turbulencias de aire por encima y por debajo de la bandeja el puente o el simple hecho de que el puente era demasiado largo para su anchura, con lo que, al parecer, una simple ampliación de la anchura del puente hubiera garantizado su supervivencia), factores aerodinámicos de compleja explicación y la autoexcitación de la propia resonancia que hizo que la oscilación alimentase a la oscilación, la inestabilidad a la inestabilidad y la deformación a la deformación, desembocando en el derrumbamiento.
Los primeros estudios del desastre culparon a la resonancia del viento de la destrucción del puente. Hoy en día parece más que probado que la resonancia, cuando menos, no actuó sola sino acompañada de errores de diseño (por ejemplo, la utilización de vigas de plato plano para reducir el peso y que acabaron constituyendo una estructura horizontal cerrada que oponía gran resistencia al viento y originaba corrientes y turbulencias de aire por encima y por debajo de la bandeja el puente o el simple hecho de que el puente era demasiado largo para su anchura, con lo que, al parecer, una simple ampliación de la anchura del puente hubiera garantizado su supervivencia), factores aerodinámicos de compleja explicación y la autoexcitación de la propia resonancia que hizo que la oscilación alimentase a la oscilación, la inestabilidad a la inestabilidad y la deformación a la deformación, desembocando en el derrumbamiento.
En este vídeo puedes ver imágenes de los trabajos de construcción del puente, de su inauguración y del día del desastre:
En este vídeo de Discovery Channel puedes ver tanto imágenes como una explicación del fenómeno de la resonancia que causó su ruina:
En este enlace puedes obtener una amplia información sobre el diseño, construcción y derrumbe del antiguo puente de Tacoma, visitar el nuevo de forma interactiva y acceder a un montón de fotos y vídeos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario