Vehículos híbridos

Los coches híbridos se consideran el sistema de transición hacia los vehículos eléctricos puesto que su utilización permite reducir las emisiones contaminantes. En la actualidad millones de coches híbridos circulan por las carreteras de todo el mundo. Los coches híbridos ya no solo utilizan gasolina y batería eléctrica, sino también nuevos sistemas de propulsión y si bien los automóviles con motor de gasolina y eléctrico son el modelo híbrido más conocido, ya no es el único modelo posible porque los principales fabricantes investigan las posibilidades comerciales de vehículos que combinan todo tipo de sistemas de propulsión y recarga: conectables a la red, diésel  gas, aire comprimido, hidrógeno o paneles solares. El objetivo es desarrollar coches menos contaminantes y con un menor consumo de combustible convencional. Existen pues, diferentes posibilidades que a continuación vamos a exponer.
  1. Coches híbridos de gasolina. La mayoría de los híbridos se basa en un motor de gasolina y en unas baterías que almacenan la electricidad generada en el frenado, y que se aprovecha después en algún momento de la conducción. Un sistema automático decide cuándo utilizar una u otra propulsión de la manera más eficiente. No obstante, los distintos fabricantes han mejorado y diseñado diferentes versiones de esta idea. Los usuarios de estos vehículos ahorran hasta el 80% del combustible en ciudad y 40% en carretera.
  2. Coches híbridos conectables. Los coches híbridos conectables (PHEV) se pueden recargar de electricidad en la red, a diferencia de los híbridos convencionales. Los PHEV también se presentan como una oportunidad para extender las energías renovables entre los ciudadanos. Gracias a la tecnología V2G (vehicle to grid, coche a la red), las baterías de estos vehículos se podrían aprovechar para almacenar la energía generada por placas solares o un mini generador eólico en el hogar de su usuario.
  3. Coches híbridos diésel. Los coches híbridos diésel aprovechan las ventajas conjuntas del menor gasto de este tipo de motores y la propulsión eléctrica. Los sistemas híbridos diésel son más complejos y caros de fabricar que los híbridos de gasolina, pero con todo y aunque el precio del gasóleo ha aumentado, el menor consumo de los motores diesel hace que todavía sean interesantes para quienes recorren muchos kilómetros.

Eficacia y eficiencia energética. Ciudades sostenibles


En ocasiones confundimos los términos de eficacia y eficiencia cuando, en realidad, existe una gran diferencia entre ser eficiente y ser eficaz.
Definimos la eficacia como el nivel de consecución de metas y objetivos. La eficacia hace referencia a nuestra capacidad para lograr lo que nos proponemos, esto es, nos proponemos como objetivo acabar un puzle de mil piezas, y en un mes lo acabamos: hemos sido eficaces, hemos logrado nuestro propósito. Podemos definir la eficiencia como la relación entre los recursos utilizados en un proyecto y los logros conseguidos con el mismo. Se entiende que la eficiencia se da cuando se utilizan menos recursos para lograr un mismo objetivo. O al contrario, cuando se logran más objetivos con los mismos o menos recursos. En relación con el ejemplo anterior del puzle, seríamos eficientes tanto si en la terminación del mismo invirtiésemos menos recursos (menos tiempo, por ejemplo) como si en el mismo tiempo (con los mismos recursos) alcanzásemos un objetivo más ambicioso (haber acabado el puzle, sí, y haber empezado uno nuevo).
En relación con la energía, la eficacia estaría en consumir tanta energía como sea necesaria para el mantenimiento de nuestro nivel de vida, mientras que la eficiencia energética tiene por objeto el intentar reducir el consumo de energía obteniendo los mismos resultados finales, sin pérdida de confort. Se trata pues, de una optimización del consumo de energía, de un ahorro energético. La eficiencia energética persigue distintos objetivos que van desde la reducción de costes energéticos (y la consiguiente maximización del beneficio, desde el punto de vista empresarial) a la sostenibilidad económica, política y ambiental
Ya existe una entrada en el blog acerca del ahorro energético y su desarrollo a nivel doméstico, por lo que hoy vamos a centrarnos en su aplicación a nivel urbano, municipal. Para ello nos centraremos en una serie de ideas: